El sistema linfático cumple dos funciones importantes: depura y defiende al cuerpo.
Este sistema está compuesto por una red de conductos que transportan la linfa: un líquido transparente y acuoso que contiene glóbulos blancos, agua, proteínas, sales… entre otros.
Gracias a su red de conductos, el sistema linfático combate las infecciones en el cuerpo y ayuda a eliminar toxinas, el exceso de agua y otros elementos no deseados en el organismo.
Normalmente el sistema linfático funciona de forma óptima por su cuenta, sobre todo si haces ejercicio con regularidad y bebes mucha agua. Pero a veces, debido a factores como una mala alimentación, desajustes hormonales o procesos posquirúrgicos se le dificulta cumplir adecuadamente con sus funciones.
El drenaje linfático manual estimula tu sistema para que realice de forma adecuada la eliminación de toxinas y proteja a tu cuerpo de futuros problemas.
Es una técnica de masaje que consiste en la realización de maniobras y movimientos constantes, lentos y suaves que favorecen el buen funcionamiento del sistema linfático. Con lo cual, se facilita la eliminación de toxinas y desechos del cuerpo y se refuerza el sistema inmune.
Esta técnica también estimula la función renal y tiene un efecto relajante.
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